Toxina Botulinica

La toxina relaja los músculos allí donde se infiltre. Por eso cuando la infiltramos en el entrecejo (por ejemplo) desaparecen las arrugas y surcos que uno puede tener en determinados gestos pues relaja la musculatura localmente.

No se ve un efecto inmediato sino que el paciente irá notando paulatinamente los efectos relajantes en las primeras 24-48 horas. Será un cambio progresivo y natural cuyo efecto máximo se conseguirá a los 5-6 días.

Aproximadamente tres o cuatro meses. En algunas personas dura algo más (típicamente en mujeres) aunque dependerá de la dosis y de la situación de la que parta cada particular. Para mantener el efecto de forma prolongada y que además se pueda prevenir la aparición de nuevas arrugas, recomendamos encadenar los tratamientos dejando poco intervalo entre sesiones de tratamiento. Solo un pequeño porcentaje de pacientes desarrollan una tolerancia a la toxina que podría hacer que los resultados durasen menos meses.

Principalmente en las arrugas de la frente, del entrecejo, y las llamadas «patas de gallo», si bien es posible su uso en otras zonas.

No. El paciente puede en ocasiones notar una pequeña molestia en el momento de inyectar la toxina, pero lo refieren más bien como ardor o escozor. Esto es así gracias al uso de microagujas que harán su experiencia mucho más confortable.

Lo que más tiempo ocupa es la relación médico paciente para que queden claros los deseos y objetivos del paciente y la explicación por parte del médico de cómo vamos a conseguir la mejora y el rejuvenecimiento. Una vez acordado esto, el tratamiento con toxina botulínica no dura más de 10 minutos.

No solo no es necesario sino que no es recomendable tumbarse o acostarse las primeras horas para que el líquido inyectado no se distribuya más allá de donde lo hemos aplicado.

No es preciso ninguna preparación. Avísenos si está tomando aspirina o alguna otra medicación.

No debe emplearse toxina botulínica en embarazadas ni en personas con enfermedades neuromusculares como la miastenia gravis o la esclerosis lateral amiotrófica.

Ser el tratamiento estético facial más realizado en el mundo quiere decir que el perfil de complicaciones es extremadamente bajo. Empleada con rigurosidad, la toxina botulínica es un excelente medio para el rejuvenecimiento facial y periocular en particular. Las dos complicaciones a tener en cuenta, aunque excepcionales, son la ptosis palpebral y lSa asimetría en la relajación posterior a la inyección. En cualquier caso estas suelen ser leves y transitorias.

Es difícil hablar de precios globales pues nuestra máxima en SOFT es personalizar cada caso para conseguir el máximo efecto con el mejor perfil de seguridad y naturalidad pensando siempre en el presupuesto de nuestro pacientes. Es por ello que en la mayoría de casos el tratamiento con toxina botulínica es combinado con otras opciones mínimamente invasivas (como por ejemplo los rellenos dérmicos) que nos ayudan a potenciar el resultado, lo cual hace que el coste final pueda ser variable según las necesidades de cada paciente.
Pero por no dejar la pregunta sin respuesta, Pero por no dejar la pregunta sin respuesta, en cualquier caso, el tratamiento con toxina botulínica se ofrece desde 290€.